Homenaje a la costura
Encontré un cajón de imprenta en un mercadillo hace unos meses, tenían un par de defectillos, faltan un par de separadores de los compartimentos, tiene una grieta y unas muescas de haber serrado en el marco pero tenía posibilidades. Había visto en internet, sobretodo en páginas francesas como le daban un nuevo uso para decorar, habitalmente cuartos o rincones de costura. Yo prefiero que esté bien a la vista por lo cual lo pondré en el salón.
Por otro lado mi marido encontró un pie de forja de una máquina de coser...
Venía con un sobre de aglomerado que lo hacía bastante feo.
Yo pensé en cambiarlo y poner un tablero grueso de madera pero como nunca sacaba tiempo de ir a alguna carpintería acabé comprando un tablero largo de pino en Leroy Merlin, y pedí dos cortes idénticos con las medidas que me interesaban y los pegué entre sí con cola de contacto. El tablero lo teñí con una mezcla de tinte castaño y roble, quería que fuera oscuro y con tendencia a rojizo.
El cajón lo limpié completamente con agua y amoniaco y se blanqueó bastante pero no quedó impoluto por lo cual la mejor solución era teñirlo. Usé la misma mezcla de tintes pero lo dejé más oscuro aún ya que después cada cuadrado va a ir adornado con una tela de un tono claro y quería que destacase mucho en contraste con el color de la madera.
Pongo fotos del rincón que elegí para estos objetos reciclados. Es el paso del salón al jardín trasero, donde "vivía" mi máquina de coser centenaria sobre una estantería de saldo.
Lo siguiente fue presentarlo en ese rincón a ver si me gustaba o tenía que rectificar en cuanto a los colores... otra opción era lijarlo todo para quitar parte del tinte o bien pintar en un tono crudo y lijar los cantos para que apareciera el tono oscuro en algunas zonas pero me gustó así, tal cual.
Y por último lo que supuestamente es más fácil y más nos hace sudar, colgarlo y que no quede torcido. Mi marido, el pobre, siempre muy dispuesto y siempre encontrando problemas. Todo lo que intentaba atornillar para que sirviese para colgarlo se partía, por lo cual iba dejando una zona inutilizada para meter un nuevo "ganchito" al final acabé en la ferretería y compré unas plaquitas metálicas que se atornillan atrás y llevan un agujero grande que es del que se cuelga el objeto en las escarpias de la pared y unos tornillos que acabaron partiéndose también. Así que, lo solucionamos con unos clavos y un martillo y en en vez de atornillar... pues claveteamos y funcionó. Eso sí, después de haber medido del techo a la altura donde queríamos ponerlo y del suelo al mismo punto y de derecha a izquierda y de izquierda a derecha... quedó un pelín torcido... muy poquito y lo apañamos enrollando lana en la escarpia que se quedaba más baja para que el soporte acabara mínimamente más alto y se equilibrara.
Y éste es el resultado... ya solo falta rellenarlo, es decir, horas y horas bordando a punto de cruz y ya de paso las cortinas, pero eso es harina de otro costal (la tela que compré lleva casi 3 años metida en una bolsa a la espera de que la meta mano, sólo hice los visillos). Os pongo una foto desde otro ángulo para terminar.
Comentarios
que entrada mas chula. me ha gustado ver paso a paso el cambio que le has dado a todo..
bss
Que recuerdos me trae el pie de máquina, mi abuela tenia uno asi, pero negro, y yo le daba y le daba a la rueda, jjejejejeje.
Precioso.
Lugana puedes comprar por internet en un montón de colores, pregunta en el foro de paso a paso, cajon de imprenta de Cristal.
Soy 70colorines
me encanta